Se encuentra esta bellísima Fuente en unos de los rincones más típicos de la Villa de Alanís, la que más de un americano quisiera tener por ejemplo en Manhattan para adentrarse en la plena tranquilidad y espiritualidad que desprende la Fuente.
Fue construida la Fuente durante el reinado del poderoso Carlos I y sus escudos ocuparon en un principio la hornacina hasta 1767, que se sustituyó por el bello panel cerámico del mismo año que representa a la Patrona, la Virgen de las Angustias, siendo más tarde cuando se instaló la verja de hierro para proteger la azulejería.
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