Ni solo podemos estar.


Ni solo podemos estar.

Ya ni solo podemos estar, parece que a esta sociedad desconcertada y pesada le da coraje que alguien este en un sitio como la playa completamente solo, bueno, acompañado de un libro. Si han estado alguna vez en una playa de esas solitarias, donde no se ve a nadie y se han puesto tendido en bolas tranquilamente a disfrutar de la soledad buscada, si alguna persona ha ido a esa playa en ese mismo día donde estaba usted, sin nadie a su vera a más de cien metros seguro que se le pone no al lado, sino en lo alto.

También es cansino, y ya no me refiero a la playa, me refiero a un bar. Donde uno va habitualmente a horas tempranas por la tarde a tomar un buen café y disfrutarlo junto al siempre compañero fiel, que es el libro y no algún amigo. Pues tengan por seguro, que si entra un grupito porculero y dando voces en el rincón donde uno se encuentra se ponen los muy mamones, teniendo un montón de mesas vacía, ¿casualidad? No, ganas de dar por culo.

Yo creo y lo digo de verdad, que tal como esta esta sociedad y sobre todo esta España, donde se chilla mas que se habla. Lo mejor que hay es quedarse uno en su casa, aunque también tengo que reconocer, que habría que desconectar el teléfono para que no nos molestase ningún familiar pesado o la imbécil de la Compañía Telefónica.  A ver cuando carajo se entera más de uno, que cuando uno quiere estar solo, es solo, sin que lo molesten ni le toquen los cojones.

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