Cuenta la leyenda, que allá por 1682, la conocidísima Hermandad trianera necesitaba un Cristo titular. Por lo que encargaría una talla de Cristo Crucificado en la Cruz en el momento de su Expiración al grandísimo imaginero utrerano Francisco Antonio Ruiz Gijón.
El joven imaginero se encerró en su taller tras el encargo, concentrándose para crear al que iba a ser el Dios de Triana, "El Cachorro". Pero aún ni en su taller ni con varias ideas y bocetos que Gijón tenía, seguía sin que le agradara ninguno. Como vemos no se conformaba con crear cualquier cosa, quería algo diferente, único e irrepetible.
Fue una noche , cuando el imaginero decidió salir para despejarse y relajar su mente, la que lo tenía atrapado en la creación de su Cristo Expirando. Es cuando coincidió con una pelea en la que el hombre herido de muerte era conocido como "El Cachorro", gitano de la cava que todos los días cruzaba el puente de barcas desde el Castillo de San Jorge a Sevilla.
No esperaba para nada el gitano, que un Payo vecino de Sevilla y muy celoso por sospechar que "El Cachorro" tenía relaciones con su mujer un día lo esperaría. Y ciego el payo de celos, sabiendo que visitaba a su mujer el gitano, le dió siete puñaladas dicen cuando sacaba agua de un pozo junto a una venta.
Al pasear cerca del lugar de los hechos Ruiz Gijón, se acercó a ver la pelea. Fue entonces, cuando vio la agonía del gitano en su cara, el último suspiro de su vida, una imagen que guardó en su mente y nunca la olvidó para transmitirla a sus manos y con su gubia crear su obra maestra, "El Cachorro", "El Dios de Triana".
No hay comentarios:
Publicar un comentario