Fue en 1936, cuando el Emperador de Etiopía Haile Selassie I dictó unas órdenes contra su lucha con Italia. Unas órdenes que hoy día habría aplicárselas a unos cuantos de nuestro país que no hacen un carajo y que dice:
<<Todo el mundo será inmediatamente movilizado y todos los chicos suficientemente mayores como para cargar con una lanza serán enviados a Addis Abeda. Los hombres casados llevarán a sus esposas para que carguen con comidas y para cocinar. Los hombres sin esposas se llevarán consigo a una mujer sin marido. Las mujeres con niños pequeños no es necesario que vayan. Los ciegos, aquellos que no puedan caminar, o por cualquier razón no puedan cargar con una lanza, están exentos. Cualquiera que sea encontrado en su casa después de recibir esta orden será ahorcado>>. Esta última palabra no está mal para utilizarla contra muchos cerdos pederastas como terroristas sin escrúpulos y ladrones de nuestro futuro.
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