El Cementerio de los ingleses y el niño que llora.



El Cementerio de los Ingleses de Sevilla se encuentra a poca distancia del monasterio de San Jerónimo de Buenavista. Siendo John William, vicónsul quien adquirió el terreno 1855, para servir de lugar de enterramiento a todos aquellos marineros ingleses que fallecían de tuberculosis en la provincia, cuyos cuerpos no podían ser repatriado.

Se encuentran en dicho cementerio enterrado algunos personajes ilustres como John Serrop, héroe que durante la Guerra de la Independencia Española luchó contra los franceses y cayó muerto junto al puente de Triana; y Bernard Whishaw, precursor de un museo arqueológico en la calle Ángeles. Un cementerio que a lo largo de su historia a servido para dar sepultura a casi 300 personas, y no solo a ingleses, sino también a estadounidenses y alemanes.

Y antes de terminar contaremos una leyenda, esa que a mí particularmente me gustan tanto y que a muchos eruditos nada de nada. Fue el protagonista de la leyenda un padre, el que por motivos que se desconoce mató a su hijo, y no pudiendo soportar el remordimiento tras el terrorífico acto se suicidó, por lo que ambos cuerpos fueron enterrados en el Cementerio de los Ingleses. Por eso por la noche un llanto infantil se deja oír en la tumba del hombre cómo venganza del hijo, el que parece no querer que su padre descanse en paz por tal brutal crimen. Aparte de esta leyenda hay que decir, que en este camposanto se ha dado diversos fenómenos paranormales.

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