El Sevilla.

El Sevilla no es de este mundo, es de Nervión y Nervión del Sevilla.

Tres consejos para ir a la playa.

El primer consejo es llegar muy temprano, no lo molestará nadie en sus baños, simplemente porque a esa hora o están haciendo la compra o la comida, por lo cual del carajo. Se bañará usted como un rey, y sin los molestones, que son los que hay sitio pero se le ponen en lo alto.

El segundo Consejo es muy sencillo, cuando usted vea la playa muy aglomerada no mire la hora, váyase a tomar una cerveza o unas cuantas a algún sitio fresquito, déjese por favor de ir a algún chiringuito que son saunas del calor y encima lo molestará hasta Pinocho, y eso que es de madera.

Y el tercer y último consejo, que sepa usted que la playa no es una fiesta de esas molesta, la playa es un lugar para descansar y relajarse de tensiones mirando al mar, no al vecino de al lado o al de atrás.

Por ejemplo, en esta playa no descansa ni el que inventó la CAMA.

La Virgen de los Reyes en Triana.

Hablar de la historia de la Patrona de Sevilla es empezar y no terminar, pocas imágenes en España de la Virgen pueden presumir de tan rica historia como la Virgen de los Reyes. Virgen que todos los 15 de Agosto sale para ver a sus hijos y recibir sus promesas.

Fue curiosa la visita que la Virgen de los Reyes hizo en 1532 al templo trianero de Santa Ana, y todo para implorar la victoria del emperador Carlos I,  que fue al cerco de Viena para librarla del asedio de los turcos, acompañando a la imagen los dos Cabildo y el Arzobispo don Alfonso Manrique, muchísimas Cofradías y un gran desbordamiento de fieles, que salieron a recibir a la Patrona de Sevilla al Puente de Barcas. Siendo  también acompañada por la Señora Santa Ana, la cual acompaño luego al mismo sitio para despedirla cuando acabó la visita de rogativas.

Se cuenta, que la Señora Santa Ana llegó hasta el puente haciendo devota humillación a su hija  y esperó hasta que la Virgen de los Reyes paso el puente. Aquí podemos ver la grandeza de dos hermanas, Sevilla y Triana, las que solo están separadas por un río de amor y lleno de Esperanza.

La cripta de la Capilla Real de la Catedral.

Se encuentra esta cripta bajo el altar de la Virgen de los Reyes, teniendo acceso por unas puertas contigua a la urna de San Fernando, donde están los restos de los Infantes don Fadrique de Trastámara, don Juan, don Pedro, don Alfonso, doña María de Padilla y don Pedro I El Justiciero.

En la cripta podemos ver una bellísima imagen de marfil de la Virgen de las Batallas del siglo XIII, contándose que acompañó a San Fernando en sus desplazamientos militares. Dicha imagen mide 43 centímetros de alto, siendo su estilo gótico-frances.

 Se encuentra la cripta decorada  por unos bellos mosaicos italianos, los que como toda la Catedral no tienen desperdicio alguno.

Virgen de las Batallas.

Tu Arco.

Tu Arco no es de plata, ni Tu Arco es de oro, ni los Macarenos así lo quieren, porque Tu Arco es de Esperanza y Macarena.

Arcos.

Arcos hay muchos en el mundo, muchísimos, los cuales si nos pusiéramos a mentar aquí estaríamos hasta el año que viene. Pero no hay en el mundo un Arco tan sencillo, pintoresco y con ese porte Macareno como el que lleva Tu nombre, <<El Arco de la Macarena>>.

Una mirada.

Una mirada risueña y sin igual en la Tierra, mirada que consuela a todos tus hijos que a Ti todos los 15 de Agosto a rezarte y pedirte van a la Puerta de los Palos. Que grandeza más grande, que el Pueblo a Ti por Reina te tenga y Sevilla por su Patrona.

Virgen de los Reyes.

Tres deseos se te pide, tres deseos hace tiempo te pedí y Tú me los concediste, que aunque no me lo hubieras concedido, yo Virgen de los Reyes contigo no me disgusto, porque comprendería que otros están antes que yo.

Con mi locura.

Con mi locura se nace, no se ensaya. Prefiero estar mil veces loco y no doblegarme a nadie que estar acuerdo, de nada sirve reirle las gracias a estúpidos acuerdos que lo único que hacen es contagiar de veneno a nuestra sociedad. Una sociedad cada vez más emprobrecida por estos estúpidos que a todo se doblegan y todo se lo creen.

Que verdad más grande.

Que verdad más grande lo que decía mi abuela Paca. Todo los padres y madres tienen el título, pero pocos lo son, no ni ná.