El Guión Sacramental de San Isidoro



Foto de Hermandad de San Isidoro .

Magnífico Guión Sacramental posee la Hermandad de San Isidoro de Sevilla, obra anónima del siglo XVIII y bordado en oro sobre tisú. El asta es del artista Blas Amate.

Cruz de Guía de San Isidoro.


Foto Hermandad de San Isidoro.


Bella y clásica Cruz de Guía posee la Hermandad de San Isidoro de Sevilla, obra anónima del siglo XVIII realizada con taraceas sobre una base en madera de caoba.

El Cristo de Manuel Pereira de la Catedral.



Se encuentra en la Iglesia del Sagrario de la Catedral sevillana un interesantísimo Cristo expirante con María Magdalena arridillada de talla completa, en un retablo del crucero realizado por Pedro Duque Cornejo en el siglo XVIII. Este Crucificado es como otros tantos que atesora Sevilla bastante desconocido por muchos, y mejor así, no vaya a querer un capillita aburrido fundar una Hermandad con esta joya en dos horas.

Tanto el Cristo como la Magdalena son obra del portugués Manuel Pereira hacia 1641 y 1644, un escultor desapercibido pero con una gran maestría como podemos ver en este grupo que más de uno lo sacaría en Semana Santa aunque fuera sin paso. Fue donado este Cristo por el Arzobispo Fray Pedro de Tapia en 1657, un Cristo expirante, con sudario y dos clavos en los pies. Del mismo artista se encuentran bastantes obras en Madrid.

El Martirio de San Lorenzo de Lucas Jordán.



Bello lienzo el que podemos ver en la Sacristía Mayor de la Catedral sevillana,  que muestra El Martirio de San Lorenzo, atribuido a Lucas Jordán, discípulo del pintor José de Ribera. 

Imbécilandia.


Imbécilandia. Parque que no entra un Imbécil más.

Cultura.


Es interesante la mancha de palurdos que hablan sobre el Ministro de Cultura cuando ellos son los primeros en no tenerla ni en el culo.

El Sepulcro-Bañera de Fray Diego de Deza.



Sonará extraño el título de este artículo para aquellos que no conozcan esta historia, pero créanme que no es inventada, y que como esta en Sevilla hay todo un enorme repertorio. Nos referimos al sepulcro de Fray Diego de Deza de la Capilla de San Pedro de la Catedral sevillana, donde vemos a Deza con un león a sus pies, que tiene su historia y también la contaremos.

Fray Diego de Deza es natural de Toro, y fue un gran teólogo ( no como los muchísimos que hoy abundan ), como también fue inquisidor Real de Castilla y Aragón y a quien los Reyes Católicos le confiaron la educación del Príncipe Juan, su único hijo varón. Deza fue Obispo de Zamora y luego de Salamanca, siendo esta ciudad donde falleció el Príncipe en brazos de su preceptor, al no querer Deza seguir en Salamanca pasó a ser Obispo de Jaén, para más tarde pasar a Palencia y en 1504 ser elegido Arzobispo de Sevilla, donde se ayudó bastante a los pobres en esa difícil y terrorífica época de la peste de 1507, por lo que sería conocido como Fray Diego El Bueno. No el malo como muchos que sirvieron a la Iglesia y siguen hoy sirviéndose, no sirviéndola.

Siempre vestía Fray Diego de fraile, llevando con él una enigmática piedra engarzada en su Cruz Pectoral, llamada del Sol, traída de América y de la que se decía que tenía virtudes medicinales y protegía del mal de ojo, ese que muchos hijos de putas nos echan a diario. Si esta historia de la piedra es curiosa, más lo es la del león que colocaba a sus pies como tratamiento del mal de gota, el que le regalaron siendo cachorro y sería mandado a capar, quitarle la dentadura y sus garras. Cuentan que el buen animal, mejor que muchos que van andando a dos patas, acompañaba al Obispo a todas partes, hasta cuándo decía Misa quedando muy tranquilo y correcto, lo que hoy no abunda cuando asistimos a la Misa por ejemplo de cualquier Hermandad.

Y ahora viene lo bueno, o mejor dicho, el caso más curioso y surrealista del Sepulcro-Bañera de Fray Diego, que al fallecer en 1523, fue enterrado en el Colegio de San Toma que él había fundado. Esta tumba fue profanada por el ejército francés, desapareciendo al completo los restos de nuestro Fray Diego de Deza, que cuando la Desamortización de Mendizabal y ser el Colegio utilizado como cuartel, la esposa hija de...de un alto cargo militar no se le ocurrió mejor idea que hacerse con el sepulcro una bañera, por lo que intervino el Ayuntamiento y entregó el Sepulcro-Bañera al Cabildo Catedralicio, los que acordaron colocarlo en la magnífica Capilla de San Pedro, fundada por un sobrino de Fray Diego El Bueno. Como verán, siempre en la historia hubo majaretas, tiranos e imbéciles sin escrúpulos.

La Capilla de los Evangelistas.


La Capilla de los Evangelios de la Catedral sevillana es una muestra más para que este monumental templo sea visitado todas las veces que se pueda, sobre todo por el rico patrimonio que atesoran capillas como esta. La que está cerrada por una reja y sobre esta una vidriera que representa La Resurrección de Lázaro, obra de Arnao de Flandes en 1554, y una en su interior del mismo autor de 1553 con El Nacimiento de Cristo.


A Don Rodrigo de Santillán, Arcediano de Écija se debe la fundación de la Capilla, quien costeó en 1555 las maravillosas pinturas del retablo realizado por el gran pintor Hernando de Esturmio, artista de origen holandés. En el banco del retablo vemos tres pinturas de Santa Catalina con Santa Bárbara, San Sebastián con San Juan Bautista, San Antonio y Santa Justa y Rufina. Mientras que en el primer cuerpo aparece La Misa de San Gregorio en el centro, y en los laterales San Marcos y San Lucas. Y en el centro del segundo cuerpo aparece La Resurrección de Cristo, flanqueada en los laterales por San Juan y San Mateo.


En los muros de la Capilla, también hay varias pinturas de una gran calidad, nunca claro está, comparándolas con las del retablo de Esturmio. Una obra de un valor incalculable por la luminosidad y maestría de los pinceles del artista que más de un Museo desearía tener en su colección. Desde aquí animamos a aquellos que no conozcan esta Capilla, que no duden ni un segundo en visitarla. Merece la pena.

La Capilla de las Doncellas de la Catedral.



La Capilla de las Doncellas es también conocida por la de las Vírgenes, siendo el origen de la misma la Hermandad de las Doncellas, fundada por Micer García de Gibraleón en 1521, la que estaba situada antes en la Capilla de la Asunción. Era su labor la de ayudar y proporcionar dote a las doncellas pobres que carecían de medios para cansarse, hoy ya no hace falta, pues se casan una gran mayoría más por vicio que por amor.

Entre 1488 y 1496 fue construida la Capilla por Juan de Hoces. Su retablo primitivo se perdió por las inclemencias del tiempo, salvándose sólo las pinturas sobre tabla atribuida a Cristóbal de Morales del siglo XVI, las que siguen en el retablo actual. Retablo que está sobre una tribuna y en cuya parte inferior hay varios utensilios litúrgicos. Realizó este retablo José de Rivera en 1771, y lo doró Fernando de Cáceres, encontrándose en la hornacina central La Anunciación, y en el banco y calles laterales las tablas de Cristóbal de Morales antes citadas con un Calvario en el ático flanqueado por San Ambrosio y San Agustín.

En la misma Capilla vemos una interesante imagen de la Inmaculada, que es conocida como la de los Canónigos, atribuida al afamado imaginero Cristóbal Ramos y un curioso archivo de la Hermandad de las Doncellas. Y para terminar este recorrido por esta interesante Capilla destacamos su reja, obra en 1579 por Pedro Delgado y labrada por sus dos caras, en la que vemos en la parte superior a la Virgen de la Caridad acogiendo bajo su manto a las doncellas, toda una joya del renacimiento, como también una vidriera situada sobre la Capilla de Arnao de Flandes, de 1554, en la que aparece La Magdalena y otra en el interior  de Arnao de Vergara de 1534, que representa a la Virgen de la Misericordia amparando a las Doncellas. Una Capilla, que como tantas otras de esta Catedral son dignas de ver y de estudiar.

El Altar de la Asunción de la Catedral.


El bellísimo Altar de la Asunción fue dotado por el jurado Juan Cristóbal de la Puebla en 1523, siendo sus pinturas de Alonso Vázquez. En el centro del retablo vemos un magnífico relieve en escultura de La Asunción, de autor anónimo pero con una grandísima calidad.


Se encuentra el relieve flanqueado por representaciones pictóricas de San Ildefonso y San Diego de Alcalá. Mientra que en los laterales del banco del retablo figuran los retratos de Don Juan Cristóbal de la Puebla con su hijo y el de su esposa con su hija, y en el guardapolvo unas pinturas del Bautismo de Cristo, Santa Catalina, Ángeles Músicos, Alegorías de las Virtudes y El Padre Eterno. Todo el conjunto digno y acorde a la Catedral.