La leyenda de la gitana con el pintor Murillo.



Fue el genial pintor Murillo protagonista de una de tantas leyendas que han llegado hasta nosotros, las que muchos eruditos historiadores no le echan mucha cuenta ni falta que nos hace para seguir respetando a las leyendas y sobre todo  a la historia, que también forman parte de esta.

Cuentan que una vez, paseando el pintor sevillano por los alrededores de la gigantesca Catedral de Sevilla, se le acercó una gitana que se aventuró a leerle su destino, la que al momento asustada le miró a los ojos y le animó a no acudir a ninguna boda, porque en una de esta estaría su trágico final. Dicen que, además de ferviente hombre de fe, era bastante supersticioso, llegando a rechazar alguna invitación por miedo a que se cumpliera la profecía. Como vemos, esto de las supersticiones no sólo fue de aquella época, hoy también siguen entre nosotros.

Pasado un tiempo y entrado ya en años Murillo, le llegó un encargo del Convento de los Capuchinos de Cádiz para revestir del arte de sus pinturas el retablo mayor de la desaparecida Iglesia de Santa Catalina. Por este encargó el artista sevillano se quedó durante un tiempo en el mismo convento donde daría sus últimas pinceladas de ensueño. Y el trágico destino que ya le dijo la gitana se cumpliría, no como marido ni padrino, no, como autor del cuadro de una boda, que era Santa Catalina en su divino compromiso con el mismísimo Dios.

Los desposorios místicos de Santa Catalina representa el momento en el que una corte de seres celestiales imponen la corona y un anillo en el dedo a la Santa. Una boda espiritual y que Murillo no pudo terminar en la Iglesia de Capuchinos de Cádiz por tener que volverse a Sevilla con grandes dolores al caerse de un andamio cuando estaba pintándola. Hay que decir, que el artista sevillano no murió en el momento, pero dejó desde ese momento de pintar hasta su muerte.  Como ven, el destino que le predijo la gitana se cumplió.


Una pintura de Samuel Horton de Viernes Santo en Sevilla.



Está bella obra llena de detalles la realizó el norteamericano William Samuel Horton hacia 1900. Dicha obra pertenece a los fondos del museo parisino de Orsay.

Horton nació en 1865, y se formó como pintor en Nueva York, estableciéndose en 1895 en París. Viajó el artista por varios países europeos, realizando varias ecenas de sus costumbres.

En el cuadro apreciamos la plaza de San Francisco, donde vemos el edificio de la Audiencia, el Ayuntamiento y los nuevos kioscos que se pusieron a finales de siglo.

Una pintura de Nicaise Keyser de la Hermandad de la Lanzada de Sevilla.



Esta magnífica pintura la realizó el artista belga Nicaise de Keyser a mediados del siglo XIX, obra titulada: "Procesión del Viernes Santo en Sevilla". Pintura que fue reproducida por Luis Quesada en pintores españoles y extranjeros en Andalucía.

Fue Keyser un artista bastante conocido en vida, quién viajó por Italia, Francia y España, del que hay que destacar su gran romanticismo. Esta obra que realizó de la Hermandad de La Lanzada se conserva en el Museo de Amberes, lienzo cómo podemos ver repletos de detalles que dan vida a la obra.

La procesión discurre por la calle Alemanes, viéndose la Giralda como también los bellos soportales de la calle, o los nazarenos de cola negra, los niños carrancanos como acólitos, representaciones sacerdotales y una curiosa centuria. Una obra llena de sevillanía y romanticismo sin duda alguna.

Un poco de historia sobre la Hermandad del Divino Perdón del Parque Alcosa de Sevilla.



La Hermandad del Divino Perdón del barrio del Parque Alcosa se funda por un grupo de hermanos que tras una serie de reuniones llegan a la fundación de la "Pro-Hermandad de Penitencia y Cofradía de Nazarenos de la Purísima Concepción y Santo Cáliz de Ntro. Padre Jesús del Divino Perdón", con el beneplácito del párroco de Ntra. Sra. de los Desamparados Fray Mariano Merino. Por lo que inmediatamente contactan con el imaginero Francisco Manuel Trigueros para la ejecución de la imagen del Señor.

Con el tiempo la Pro-Hermandad se fue integrando en la comunidad parroquial, y el 22 de Febrero de 1994 es erguida como Agrupación Parroquial, siendo el 7 de Febrero cuando llega la autorización de la Autoridad Eclesiástica para bendecir la imagen del Señor, acto que tuvo lugar el 5 de Marzo de 1995 a cargo del Cardenal Carlos Amigo Vallejo.

Salió el Señor por primera vez por las calles de su barrio el 11 de Marzo de 1995, hasta la que sería su sede la Iglesia de la Beata Madre Ana María. Esta Hermandad recibió el 30 de Diciembre de 1999 desde Palacio Arzobispal la petición de representación de las Reglas para su revisión y aprobación, si procede, y así, el 19 de Marzo de 2000, durante la Función Principal se dio lectura al Decreto por el que se dictaba la erección canónica como Hermandad de Penitencia, realizando su primera Estación de Penitencia a la Parroquia de Ntra. Sra. de los Desamparados el 6 de Abril de 2001, Viernes de Dolores.

La imagen del Señor fue sustituida el 3 de Febrero de 2002, obra de José Antonio Navarro Arteaga, por estar la primera imagen bastante dañada. Fue bendecida está imagen de Navarro Arteaga el 15 de Febrero de 2002 por el Cardenal Carlos Amigo Vallejo, y el 15 de Junio de 2002 fue bendecida la nueva imagen de María Santísima de la Purísima Concepción, obra del mismo autor.


El San Francisco de Asís de la Iglesia de Nuestra Señora de Gracia de Estepa.



Ante una imagen de la calidad de este San Francisco de Asís nos quedamos sin palabras y en éxtasis, imagen que se encuentra el la Iglesia de Nuestra Señora de Gracia de Estepa del Convento Franciscano.

Este San Francisco de Asís es obra del reconocido escultor vallisoletano Luis Salvador Carmona (1708-1767). Artista que supo dar a sus obras una gran elegancia y expresividad. El gran número de obras que se encuentran en Estepa se debe a que el artista tuvo una gran relación con el Marqués de Estepa, a quien conoció en Madrid.

La sublime imagen del Santo es la primera obra que de este escultor llegó a la bella Estepa. Una imagen que como pueden comprobar es digna de estar en cualquier Museo, y la tenemos en uno, si, el mejor de los Museos, Andalucía.


Tal como está todo.


Tal como está todo y en especial la televisión con documentales terroríficos y llenos de mentira, lo mejor es leer, siempre leer, aunque sea el prospecto de la pastilla de su psiquiatra.

Mar y Pandemia.


Nunca se imaginó el Mar, que el Mundo entero hablara tanto de sus olas.

Pandemia.


Algún refrán diría hoy: A sanidad ni por Navidad quiero escuchar.

Pandemia.


Hablamos de esta pandemia, pero no tenemos cojones de decir claramente que la pandemia de políticos es la más peligrosa de todas.

La curiosa pintura del Sinpecado de la Virgen del Coral de la Iglesia de San Idelfonso de Sevilla.



Esta mas que curiosa pintura presidió antiguamente el Simpecado de esta antigua advocación de la Virgen del Coral. La Virgen es una pintura mural que se encuentra en la sevillana Iglesia de San Ildefonso y data de la segunda mitad del siglo XIV, la que se relaciona con la Virgen de la Antigua de la Catedral y la de Rocamador de la Iglesia de San Lorenzo.

Dicha advocación del Coral viene por una cadena que el Niño lleva en el cuello, de la que cuelga una rama pequeña de coral que simboliza la sangre redentora de Cristo. Una imagen, que como tantas otras de Sevilla tuvo antaño muchísimos devotos.

La pintura es más bien pequeña y se presenta en forma ovalada, la cual está en un marco de estilo rocalla. Siendo en 1693, cuando se funda una Congregación de Nuestra Señora del Coral, la que en sus Reglas incluía el rezo del Rosario todas las noches por las calles, presidiendo seguro está pintura el Simpecado.


El Descanso de la Huida a Egipto del exconvento de la Paz de Sevilla.



Este bellísimo lienzo del Descanso de la Huida a Egipto forma parte de una gran serie de doce cuadros datada en el siglo XVIII dedicada a la vida de la Virgen María, la cual se encuentra en la Iglesia del antiguo Convento de Agustinas Calzadas de Nuestra Señora de la Paz, actual sede de la señera Hermandad de la Sagrada Mortaja.

El lienzo está atribuido al pintor mexicano Miguel Cabrera. Artista que nació a finales del siglo XVII y trabajó para la Compañía de Jesús de México.

Se muestra en centro del cuadro a la Virgen María sentada a la sombra de un árbol, con el Niño en su regazo al que está dando de beber leche. Situándose a los pies de la Virgen un fardo que contiene las pertenencias que la Sagrada Familia ha podido coger en su acelerada huida, mientras que a su derecha vemos a San José mirando con una gran ternura la escena y le acerca unas manzanas que ha recogido y a la izquierda un bello paisaje en el que se distingue una ciudad. Una vez más nos volvemos a repetir diciendo: No todo en esta eterna Sevilla se encuentra en los mismos sitios de siempre que nos dicen la muy mala información de muchas guías.


La Santas Justa y Rufina de Goya de la Catedral de Sevilla.



Este fantástico cuadro de Museo se encuentra en la Catedral de Sevilla en la Sacristía de los Cálices, obra que le encargó el Cabildo de la Catedral a Goya por iniciativa de su amigo el historiador Don Agustín Ceán Bermúdez. Una pena que muchos que van de erudito salgan de Andalucía a visitar museos cuando no conocen la grandísima pinacoteca que atesora la Catedral sevillana.

Representa Goya a las mártires con una belleza enorme, con la mirada hacia el cielo, de donde proviene la luz que las ilumina y realza la obra. Tanto Justa como Rufina están de pie, con un paisaje de fondo en el que se deja ver el río Guadalquivir, y la Catedral a lo lejos, con un conseguido cielo de tonalidades azules que realza todo el conjunto con las sublimes pinceladas del artista.

Si se han fijado bien, se habrán dado cuenta, que la Giralda no aparece como es habitual en medio de las Santas. El genio la ha plasmado, pero junto con la Catedral al fondo. A los lados de las Santas vemos algunos elementos de los que narra la leyenda del martirio, portando en sus manos los cacharros cerámicos que ambas fabricaban y las palmas, símbolo del martirio. Los restos rotos que aparecen delante son de la diosa romana Salambó, que las Santas tiraron al suelo tras negarse dar ofrenda para su culto, y un león lamiendo los pies de Santa Rufina, la que fue llevada al circo para que la devoraran los leones, los que se mostraron en el momento todos mansos sin hacerle daño alguno.


El busto relicario de Santa Rosalía de Palermo de la Catedral de Sevilla.




Esta fabulosa pieza como es el busto relicario de Santa Rosalía de Palermo se encuentra en la Catedral de Sevilla. Una devoción a la Santa que introdujo el Arzobispo Jaime de Palafox y Cardona, quien llegó a Sevilla en 1684 de la Sede Episcopal de Palermo, de donde trajo esta devoción y donó a la Catedral esta obra de arte, la cual podemos ver en la Sacristía Mayor.

Fue el 7 de Septiembre de 1689, cuando se celebró por primera vez en la Catedral la fiesta de Santa Rosalía de Palermo, siendo llevado en procesión bajo palio el busto terciario por las naves de la asombrosa Catedral ( sin costaleros ni tantos friquis como hoy ).

El busto es de 1687, obra del italiano Antonino Lorenzo Castelli, apareciendo en la peana la marca. Tiene como podemos ver en la foto un gran movimiento la imagen, como también su manto, mostrando a la Santa en el momento de producirse su tránsito al cielo, con la mirada hacia arriba y sosteniendo en su mano derecha unos lirios o azucesnas, símbolo de pureza, llevándose su mano izquierda a su pecho, lugar de la reliquia. También muestra una corona de rosas sobre su cabeza, la que según la tradición le fue impuesta por los Ángeles en la gruta del Monte Pellegrino a donde se había retirado como ermitaña para hacer penitencia y oración. Otros tiempos que se fueron y creo que no volverán.


Vacuna.


Yo creía que los españoles a lo que más miedo le teníamos era a Hacienda, no a la puta vacuna.

Imbeciles.


Está tardando España en pedir a la Unesco que declaren Patrimonio de la Humanidad a todo los Imbéciles que por día salen.

El retablo de la Parroquia de la Virgen de las Virtudes de la Puebla de Cazalla.



Fue en 1943, cuando se decidió realizar un retablo mayor nuevo para el presbiterio de la Parroquia en barro cocido esmaltado y policromado. Este retablo se firmó el 13 de Marzo de dicho año y se contrató con el grandísimo artista ceramista Enrique Orce Mármol, sevillano nacido en 1885 y fallecido en 1952, siendo su madre natural de la Puebla de Cazalla.

De las numerosas obras que nos dejó Enrique Orce podemos destacar los magníficos paneles de las provincias de la Plaza de España de Sevilla, como también el conocido y espectacular panel publicitario de los automóviles Studebaker, en la calle Tetuán. Todo un genio en su arte y no muy conocido por muchos sabios que no saben de nada y de todo opinan.

Consta el retablo mayor de dos cuerpos y tres calles, presidiendo su camerín central la Virgen de las Virtudes, patrona del pueblo y obra que realizó el escultor de Ayamonte Antonio León Ortega. La iconografía que presenta el retablo está basada en la figura de San José, patrón del pueblo desde 1764, por lo que representa diversos escenas en las que aparece el Patriarca. En el primer cuerpo vemos flanqueando el camarín central a la izquierda La Sagrada Familia, que reproduce la obra de La Sagrada Familia del Cordero del gran Rafael Sanzio, la cual se encuentra en el Museo del Prado, y a la derecha, la Huida a Egipto, con la escena de la Adoración de los Pastores en el ático, que está basada en la Pintura del genial Murillo que se encuentra en el Museo del Prado. En el banco vemos a San José con el Niño en brazos, y sobre el camerín de la Virgen dos Ángeles sosteniendo unas guirnaldas de flores, mientras que en el cuerpo superior nos encontramos las imágenes de San Marcos y San Blas, siendo la primera del siglo XVII y la segunda del siglo XVIII, presidiendo el centro de este cuerpo una imagen del Sagrado Corazón de Jesús del inolvidable imaginero sevillano Antonio Castillo Lastrucci.


El sepulcro de Alfonso X el Sabio de la Catedral de Sevilla.



Se encuentra el sepulcro de Alfonso X el Sabio en el arcosolio plateresco en el lado del Evangelio de la Capilla Real de la Catedral sevillana, obra del afamado Martín de Gainza, el que para su diseño se inspira en diversas fuentes grabadas de la época. 

Todo el conjunto esta formado por dos cuerpos superpuestos. El primer cuerpo está delimitado por dos columnas y en su pedestal se presentan niños sobre unas alas y con unas ramas, lo que significa la alegoría del paso del tiempo y de la vida, mientras que en su base aparece la urna que contiene los restos del Rey con la inscripción"ALPHONSUS", abriéndose una hornacina donde se sitúa la estatua orante de Alfonso X, obra realizada en 1948 por el VII centenario de la conquista de Sevilla por los escultores Antonio Cano Correa y Carmen Jiménez Serrano.

Al Rey sabio se muestra de rodilla sobre un reclinatorio, con las manos unidas en oración y dirigiendo su mirada a la Virgen de los Reyes. El manto que lleva está adornado con castillos y leones. 

Presentación de la Virgen de las Aguas a San Fernando de la Iglesia de El Salvador.



En el impresionante y gigantesco retablo de la Virgen de las Aguas de la Iglesia del Salvador de Sevilla, obra que fue contratada en 1726 al carmonense José Maestre, podemos ver el maravilloso relieve de la Presentación de la Virgen de las Aguas a San Fernando. Una joya más de las tantas que aún conserva la Iglesia.

Representa el relieve la imagen de la Virgen ante el Rey Fernando III, en el campamento de los sitiadores cristianos en 1248. Iconografía está que fue de de las que tuvo el Rey de la aparición de la Virgen de los Reyes para ayudarlo ante la reconquista de la ciudad, contando la leyenda que durante el cerco cristiano una gran sequía asolaba a Sevilla, la que hacía peligrar las cosechas y el ganado. Por esto el Rey Santo imploró a la Virgen, la que se le apareció para poner fin a la sequía, mandando al momento el Rey hacer la imagen.

Pero si ampliamos bien la foto, veremos un personaje con un martillo en la mano, que hace alusión a otra leyenda que narra como el Rey tuvo en sueño una aparición de la Virgen con el Niño, mandando a unos escultores que hicieran la imagen lo más parecida posible a la que contempló en su visión, y que en vez de hacer una hicieron dos para que el Rey eligiera. Y escogió al final a la Virgen de los Reyes, siendo la otra de tal hermosura que dicen exclamó:"estoy entre dos aguas”, de donde parece ser viene está advocación Mariana de la Iglesia de El Salvador.

La Virgen se presenta en el centro del relieve vestida a la usanza barroca, saliendo de su cabeza una luz dorada y sosteniendo al Niño Jesús entre sus manos, quien porta en su mano izquierda la bola del mundo, símbolo del Salvador. A la izquierda vemos a San Fernando abriendo sus brazos en señal de devoción, y tras el Santo varios personajes al igual que tras la Señora. El fondo de este relieve lo ocupa una vista de la ciudad almohade, en la que aparece la muralla y la mezquita mayor con su alminar. Toda una obra de arte.



La Ermita de la Divina Pastora de Cantillana.




La coqueta Ermita de la Divina Pastora de Cantillana es obra del afamado arquitecto Aurelio Gómez Millán, el que muchos no conocen pero seguro algunas de sus obras si, por ser muy visitadas. Fue autor del Monumento del Sagrado Corazón de San Juan de Aznalfarache, la Basílica del Cachorro o la archiconocida Basílica de la Macarena entre otras muchas obras más.


Se colocó la primera piedra de la Ermita en 1956 a cargo del conocido don José Sebastián y Bandarán, no empezando las obras hasta el año siguiente que fue costeada por los Hermanos, siendo en 1960 cuando fue bendecida por el Obispo Auxiliar Don José María Lachiondo.


En el interior vemos un retablo de estilo barroco que tiene una pintura de la Divina Pastora del pintor sevillano Juan Antonio Rodríguez Hernández, obra que realizó en 1959.


La Iglesia de Nuestra Señora de la Estrella de Palomares del Río.






La coqueta y bellísima Iglesia es una construcción mudéjar, la cual sufrió durante los siglos XVII y XVIII grandes reformas como la de 1778 que realizó Pedro Silva. El retablo mayor fue costeado por Gonzalo de Baena, y contratado en 1588 por el escultor y retablista Miguel Adán, transformado en el siglo XVIII presentando unas pinturas de San Estanislao de Kostka, San Antonio de Padua, Santa Rosa de Lima y San Francisco Javier de Paula, presidiendo la hornacina central la Virgen de la Estrella, patrona de dicha localidad.

En la Capilla del Sagrario podemos ver la imagen que presidía antes el retablo mayor, la Virgen del Rosario, de gran majestuosidad y obra de Miguel Adán, quien nació en Pinto (Madrid) en 1532 y fue discípulo del grandísimo artista Juan Bautista Vázquez el Viejo, con quien se trasladó a Sevilla junto con Juan de Oviedo.

Interesante Iglesia, donde al igual que otras fuera de Sevilla capital nos ofrecen un rico patrimonio digno de ser admirado.


El escultor Antonio Gavira Alba.




El escultor Antonio Gavira Alba nació en 1929 en Mairena del Alcor, y falleció el 11 de Octubre de 2020 a los 90 años de edad por el maldito virus del COBID. Estudió en la Escuela Superior de Bellas Artes de Sevilla, donde llegó a ser catedrático siendo sus profesores el escultor Juan Luis Vasallo y Antonio Cantó.

La obra de Gavira presenta una gran variedad en materiales como en temas, destacando las esculturas de barro y bronce en pequeño formato, como por ejemplo el tema de la maternidad como defensa en su lucha contra el aborto. Es autor de bastantes monumentos públicos, como el mausoleo de Antonio Mairena o el monumento a la Feria de Mairena, y el conocido monumento a Santa Ángela de la Cruz de Sevilla, realizado en 1965 y que a buen seguro habremos visto muchísimas veces al pasar por la Iglesia de San Pedro y pararnos a rezarle sin saber el artista que lo realizó.

De entre su variada producción destacamos el Crucificado de grandes proporciones realizado en bronce que preside el cementerio de Mairena, realizado en memoria de su querida madre ( no confundir con el Crucificado de Susillo de las Mieles de cementerio de Sevilla ). Como también la imagen del Resucitado de la Hermandad Sacramental de la que perteneció de la Parroquia de la Asunción entre otras muchas. Una pena que como otros grandes artistas no este lo suficientemente reconocido, y otros de un nivel muchísimo más bajo estén encumbrado.


La pintura de San Juan de Dios transportando un enfermo del Hospital de la Caridad de Sevilla de Murillo.



Esta maravillosa pintura de San Juan de Dios transportando un enfermo se encuentra en la no menos maravillosa Iglesia del Hospital de la Caridad de Sevilla, una pintura que recuerda a los Hermanos de la Santa Caridad y a la que Murillo perteneció la obligación de transportar a los enfermos hasta el Hospital, como se señala en las Reglas de su Hermandad.

San Juan de Dios aparece como vemos en la pintura llevando sobre sus hombros un enfermo que ha encontrado en la noche para llevarlo al Hospital que él había fundado en Granada en 1539. Todo un ejemplo que hoy no hace casi nadie por no decir otra cosa. Se ve al Santo caído con el enfermo por el cansancio del esfuerzo, momento que se le aparece un Ángel enviado por Dios para ayudarle, el que le dice que el enfermo que carga es el mismísimo Cristo, por lo que dicha obra recuerda a los Hermanos que en su obra caritativa van a ser ayudado por Dios. Pasaje este, que Murillo lo recrea sublimemente con sus pinceles de ensueño y que por desgracia muchos andaluces ni conocen.

Destaca de la obra su gran contraste entre la oscuridad de la noche y la luz que ilumina a los personajes, como la expresión del Santo que es conmovedora. Como siempre suelo decir, Sevilla es un Museo gigante, no solo todo se encuentra en los mismos sitios de esta gran joya andaluza que es Sevilla.



La imagen de María Auxiliadora de la Iglesia del Carmen de Utrera.



Como muchos sabrán, la primera fundación de los Salesianos en España fue la de Utrera en 1881 solicitada por el Cardenal Lluch a Don Bosco. Por esta solicitud llegó en 1885 la imagen de María Auxiliadora procedente de Marsella, enviada y bendecida por el propio San Juan Bosco, y con la curiosidad de ser la primera imagen de esta devoción que recibió culto en España.

María Auxiliadora es una imagen anónima, realizada en pasta madera y restaurada en 1967 por el conocido imaginero Francisco Buiza, quien ejecutó una copia en madera que es la que procesiona. Por la gran veneración que tiene la Virgen y su historia fue coronada canónicamente en 1981, primer centenario de la Casa de Utrera.

Esta imagen utrerana representa la imagen que San Juan Bosco describe y realizó en 1865 el pintor Tomás Andrés Lorenzote, una pintura que preside la Basílica de María Auxiliadora de Turín.

Se representa a María Auxiliadora sobre una nube de ángeles y con el Niño Jesús en su brazo izquierdo, mientras que la Virgen porta en su mano derecha el cetro, símbolo de su realeza. Viste túnica rosa y manto azul, y el Niño túnica de color dorado. Como vemos, no nos encontramos ante una imagen cualquiera, pues sólo por ser la primera en España ya es más que suficiente como para reconocerla como toda una joya.